Para realizar un ejercicio a pastel, necesitaremos los siguientes materiales:
- Pasteles secos, también llamados blandos. No debéis confundirlos con los grasos o "al óleo", los cuales tienen un aspecto similar a las ceras blandas tipo Manley. Necesitaréis una gama de colores básica, entre los que deberán estar el blanco, el amarillo cadmio, el carmesí, el magenta (opcional), un azul claro y otro oscuro (como el azul cobalto o el prusia, muy adecuado para las sombras), ocre, siena tostada (marrón), el negro y el blanco de titanio. Es evidente que con más colores conseguiréis mejores resultados en matices. Hay muchas marcas en el mercado, pero los resultados con los pasteles Rembrandt son muy buenos por la calidad de los pigmentos y su fácil manejo (ver carta de colores y el folleto informativo).
- La cartulina más conveniente es una Canson Mi-Teintes, que es un papel tintado en masa. Tiene un alto porcentaje en algodón (50%). Presenta dos caras con distintas texturas: una con el inconfundible grano "nido de abeja", y la otra de grano fino. La gama de colores es la más extensa y variada del mercado con 60 colores resistentes a la luz, y además, tiene una excelente conservación a lo largo de los años. Aquí tenéis el catálogo de colores, y lo más conveniente suele ser un tono gris medio, aunque otros resultados sorprendentes y satisfactorios también se pueden conseguir con tonos más oscuros. Existen dos tamaños: 50x65 y 75x110.
- Un soporte alternativo consiste en realizar una preparación sobre un papel, para conseguir dotarle de textura que sujete el polvo del pastel. Para ello se le aplica una agua cola y luego se espolvorea con un colador polvo de piedra pómez o de mármol. Se retira el sobrante y conseguimos una textura similar al papel de lija, el cual, por cierto, también se puede utilizar si es de grano fino. Para este proceso conviene fijar completamente el papel a un soporte, como una tabla, o solo por los márgenes, como en la preparación de papeles para acuarela.
- Aplicación del pastel y fundido con los dedos, para extenderlo por el papel o para mezclar colores.
- Aplicación con las barras sin moverlo posteriormente, con un efecto más fresco. Podemos experimentar con las barras en plano o con la punta, rayando.
En cuanto a la conservación del pastel, puede fijarse con fijador para pastel (ver el catálogo de materiales auxiliares Talens). Sin embargo, lo más conveniente para que el pastel mantenga la viveza de sus colores y no se apelmace, consiste en poner un passepartout como en la imagen, que separa el trabajo del cristal:
Un buen consejo, además, consiste en limpiar el cristal con un paño húmedo, para evitar que las partículas de pigmento sean atraídas a la parte interna del cristal.
Encontraréis información sobre esta técnica en el libro El manual del artista, de Ray Smith (páginas 77 a 82).
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